Ya hemos montado el Belén en clase y hemos decorado el aula, todo preparado para recibir con toda la ilusión y esperanza el nacimiento del Mesias, el Salvador
El amor es comprensivo y servicial; el amor nada sabe de envidias, de jactancias, ni de orgullos. No es grosero, no es egoísta, no pierde los estribos, no es rencoroso. Lejos de alegrarse de la injusticia, encuentra su gozo en la verdad. Disculpa sin límites, confía sin límites, espera sin límites, soporta sin límites. El amor nunca muere. (1 Cor 13, 4–8)
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